Las redes sociales se han convertido en una parte esencial de la vida cotidiana. En 2024, más de 5.200 millones de personas en todo el mundo utilizan redes sociales. Las personas pasan un promedio de 2 horas y 23 minutos diarios en plataformas sociales, convirtiéndolas en espacios fundamentales para comunicarse, compartir momentos, informarse y entretenerse. Facebook lidera con más usuarios activos mensuales, seguida de YouTube, WhatsApp, Instagram y TikTok. Sin embargo, esta conexión permanente también implica riesgos relacionados con la privacidad y la seguridad digital que muchos usuarios desconocen.
Cada vez que usamos redes sociales dejamos un rastro digital. Muchos usuarios comparten información personal sin notar su alcance, y cerca del 33% ha sufrido algún ciberataque. Esta exposición permite que empresas usen datos con fines comerciales, delincuentes cometan fraudes o robo de identidad, y acosadores rastreen a las víctimas. El problema aumenta porque pocas personas revisan la privacidad de sus perfiles.
Las plataformas digitales basan su negocio en recolectar y analizar grandes cantidades de datos de los usuarios. Cada interacción queda registrada, y muchas redes recopilan más información de la necesaria. Sus políticas de privacidad son extensas y difíciles de entender, lo que genera falta de control y dificulta que los usuarios tomen decisiones informadas sobre sus datos personales.
Proteger nuestra privacidad digital requiere adoptar hábitos conscientes y configuraciones adecuadas. Primero, es fundamental crear contraseñas seguras, únicas y diferentes para cada red social, combinando al menos 12 caracteres entre mayúsculas, minúsculas, números y símbolos especiales. Considera usar un gestor de contraseñas para almacenarlas de forma segura. La geolocalización debe desactivarse en las publicaciones, ya que revela tu ubicación exacta y rutinas. Revisa y ajusta la configuración de privacidad de todas tus redes sociales al menos cada tres meses. Evita publicar información sensible como direcciones completas, números de teléfono, documentos de identidad, tarjetas bancarias o planes de viaje en tiempo real.